No quiero escribir, pero lo voy a hacer... No hay "pesca"... así que voy a recordar lo que me ocurrió hace unos días.
Fue una mañana un tanto extraña. Primero, la de 17 años con su nick relacionado con la pezuña de camello... No sabía que esos coñitos carnosos, que se marcan tanto cuando llevan pantalones ajustados, se llamasen así... Le dije que No, que esperase a tener los 18, que el BDSM no es sólo un juego sexual, necesita madurez... Insistió, pero seguí en mis trece... Me contaba que la iban a "prestar" pronto y sentí curiosidad por saber más de la historia... pero no... Ya veremos...
Después, estuve hablando con una mujer que llevaba un nick un tanto extraño que significaba el diablo de la soledad... me encantó esa referencia... Trabajaba en banca y se acababa de separar... No le compensaba ya el lujo de un marido adicto al trabajo, y simplemente quería follar... Nos imaginamos en un restaurante... Primero nos acariciamos debajo de la mesa. Después, la invité al baño de mujeres. Mmm... aceptó encantada... Allí, apoyando su pecho sobre el lavabo, le daba a placer por esa zona que es tan estrecha. Nos mirábamos a través del espejo ... jadeábamos, pero entró alguien escandalizándose... y volvimos para el postre... le dije que no era sólo sexo lo que me gustaba, sino también que fuera una perra... una perra con collar atada a mi mano... Me contestó que le parecía "degradante"... y le pregunté si se había dado cuenta que se encontraba en una sala BDSM... No se había percatado del detalle! Nos despedimos... se había roto esa "magia" a pesar del placer mutuo que habíamos sentido...
Luego, surgió una voz de una pequeña ciudad del centro de la Meseta. Su nick, sin embargo, era catalán y me explicó la razón. Estaba ya en sus 20 y tantos. Mediana estatura, buena figura. Llevaba una camiseta con mangas y falda vaquera. Mmm... me gustan así... buen tipo y algo frágiles... ¡y era amable! Me hablaba de Usted... y eso... me encanta... Se notaba que era dulce y complaciente, pero sabiendo mantener el equilibrio... dejándose llevar por el son de mi palabras y poniendo de su parte también... como me van a mi las tías!...
Hablamos y le dije que acababa de leer un libro que transcurría en su ciudad... "El Sanador de Caballos". Que me encantaría pasear por esas callejuelas que entornando los ojos te llevan siglos atrás... No quise parecer "pesado" y añadí que después de ese paseo por el centro histórico, lo mejor era tomarse una cañita y una tapa al fresco en buena compañía... y conversar sobre lo vivido y lo que ocurre...
Me escuchaba... estaba trabajando en una tienda de regalos; era día de poco trabajo... La encargada acababa de irse y le pregunté si le gustaba hablar del BDSM. Me dijo que sí... pero que sus experiencias habían sido sueltas.... que conocía la sala de irc-hispano Mazmorra por una compañera de trabajo... la cual estaba allí cerca, mirando y sonriendo... Le dije que la saludara de mi parte y me devolvió el saludo...
Le pregunté que es lo que la ponía y me contestó que la sorpresa... el que ocurra algo de repente... sin pensarlo mucho... Entonces le dije que le preguntara a su amiga si le importaba que le acariciara cerquita de su zona más sensible... y ACCEDIÓ... jajajaja.... Entonces le pedí que su amiga se pusiera detrás de ella y que la besara en el cuello... y así lo hizo. Me contestó que no sólo la había besado sino que le había mordido.... Me gustaba que le ponía sentido del humor y frescura. Entonces le dije que girara la cabeza... y la morreara.... Pensó que sólo sería un juego de labios... pero su amiga le puso la lengua.... Me puse caliente, mucho... Le pregunté si podían ir al baño y jugar allí, pero no podía ser... Tampoco se podía arrodillar para chuparle el coñito.... De vez en cuando entraba un cliente...
Pero la amiga, después de mi sugerencia, acarició su coñito... la pajeó... y ella se puso muy caliente... la dejó "servida", me dijo... Le dije que era una perra... y me dijo que sí... Añadí que estaría muy mona con el collar y la correa... mmmmm... Cómo me hubiera gustado estar allí. La amiga chupándola y yo detrás de su culito... entrando en sus profundidades.... mmmm... ¡Dios! ¡Eso si que era comprar un souvenir con valor añadido!
Les sugerí que se vieran después del trabajo... que fueran a su casa... pero vivía con sus padres... y apareció el novio de ella... "Siempre viene cuando bajamos la persiana" me dijo... Pensé que esa noche quedarían... Me despedí de ellas, y las dos me dieron un beso...
Curiosamente, nunca se habían besado antes... pensé que a veces sólo se necesita un "empujoncito" para llegar a situaciones así, especialmente cuando el calor abrasa... quemando como una zarza ardiendo....
